Entrevista a Maria Rosa Nico:
María Rosa Nico recibió su título de Terapista
Ocupacional de la Escuela Nacional de Terapia Ocupacional,
perteneciente a la Dirección Nacional de Rehabilitación, localizada en
Buenos Aires, Argentina, en el año 1980.
Luego de trabajar por un
año en Argentina en el área de Salud Mental, ella se trasladó a los
Estados Unidos, donde ha residido y trabajado los pasados veinte y un
años en las áreas de disabilidades físicas y neurológicas primero y
luego en pediatría e integración sensorial.
Ella tiene amplia
experiencia en Intervención Temprana y programas especiales para niños
en edad pre-escolar y escolar como parte integrante de equipos
interdisciplinarios y en su práctica privada dedicada a la atención de
niños con problemas neurológicos, de aprendizaje, retrasos en el
desarrollo, disfunciones en integración sensorial, etc.
Maria
Rosa Nico es miembro de la Asociación Americana de Terapistas
Ocupacionales, de la Federación Mundial de Terapia Ocupacional, de la
Asociación de Integración Sensorial Internacional y de la Asociación
de Neuro-Desarrollo de Estados Unidos. Ella ha obtenido su
certificación en Integración Sensorial (SIPT) en el año 1991 y tambien
ha sido certificada para administrar el Test de Miller para
Pre-escolares, (MAP). Ella ha obtenido su Certificación en la
especialidad de Terapia Ocupacional Pediátrica otorgada por la
Asociación Americana de Terapistas Ocupacionales y ha sido certificada
en nuevos métodos de tratamiento en Integración Sensorial como el
Metodo Wilbarger, Sonas y Samonas Training y Therapeutic
Listening.
María Rosa Nico ha colaborado en la traducción de
materiales del inglés al castellano para Integración Sensorial
Internacional y actuó como representante de la Asociación Argentina de
Terapistas Ocupacionales ante la Asociación Americana de Terapistas
Ocupacionales en varias ocasiones.
Ella se encuentra desde el año
1993 abocada a la tarea de docencia y difusión de los problemas de
Integración y Procesamiento Sensorial en Argentina y Estados Unidos a
travéz de la enseñanza de seminarios y cursos relativos al tema.
INTEGRACION SENSORIAL
La integración sensorial es un
proceso complejo que permite a una persona tomar, organizar e
interpretar informacion que recibe de su cuerpo y del mundo externo.
Este proceso neurobiológico innato permite al cerebro integrar e
interpretar estimulos sensoriales.
Toda la información que nos
llega del ambiente la recibimos a través de nuestros sentidos
sensoriales. Por ejemplo para saber si la sopa esta fria o caliente,
si nos duele la picadura de una abeja y tambien cosas como donde estan
nuestros brazos y piernas y como acomodar nuestro cuerpo para sentarnos
en una silla. Estos procesos sensoriales ocurren dentro del sistema
nervioso a un nivel inconsciente. Si bien conocemos los sentidos del
gusto, olfato, tacto, visión y audición, muchos de nosotros
desconocemos otras experiencias sensoriales que nuestro sistema
nervioso tambien recibe e integra tales como el sentido del
movimiento, la percepción corporal, y la fuerza gravitacional. El
eficiente uso de informacion sensorial nos permite funcionar de una manera
armonica y organizada en nuestra vida diaria.
La mayoria de las
personas naturalmente obtienen de sus experiencias diarias una
adecuada "dieta sensorial" que nutre su sistema nervioso y les permite
crear circuitos saludables. Los niños obtienen "alimento" para su
cerebro, de experiencias cotidianas como hamacarse, trepar, amasar
plastilina o jugar con arena. Sin embargo, aquellos niños con
"disfunciones en la integración sensorial" malinterpretan los
estimulos sensoriales que le llegan a travez de sus sistemas
sensoriales y a menudo reaccionan en forma desmedida o inadecuada.
La teoría general de integración sensorial fue desarrollada por la
Dra. Anna Jean Ayres, de los Estados Unidos, quien después de obtener
su licenciatura en Terapia Ocupacional y un doctorado en Psicología
Educacional de la Universidad del Sur de California, comenzó trabajos
de post-grado en el Instituto de Investigación Cerebral de la
Universidad de California en Los Angeles. Allí ella comenzó a formular
su teoría de disfunción en integración sensorial, entre los años 1960
y 1970. Previo al hito marcado por el trabajo de investigación de la
Dra. Ayres los niños que tenían disfunciones en integración sensorial
sufrían de una disabilidad que era malentendida y malinterpretada. A
travéz de su investigación la Dra. Ayres logró descubrir que estos
niños tenían un desorden neural que resultaba en una organización
ineficiente de la recepción sensorial captada por el sistema nervioso.
Ella desarrolló herramientas diagnósticas para identificar este
desorden y propuso un acercamiento terapeútico que transformó a la
Terapia Ocupacional pediátrica. En el años 1977 la Dra. Ayres abre su
clinica en el sur de Califronia, para la evaluación y tratamiento
específico de estos niños asi como para el entrenamiento de
profesionales.
La integración sensorial se centra primariamente en
tres sentidos básicos: tactil, vestibular y propioceptivo. Estos tres
sistemas empiezan a funcionar muy temprano en la vida incluso antes
del nacimiento y continúan desarrollándose a medida que la persona
madura e interactúa con su medio ambiente. Por ejemplo el sistema
vestibular es uno de los primeros en desarrollarse y alcanza su
madurez alrededor de las 28 semanas de gestación. Estos sentidos
básicos están íntimamente conectados entre ellos y forman conecciones
con otros sistemas del cerebro. A pesar de que estamos menos
familiarizados con estos tres sistemas sensoriales que con la visión y
la audición, estos son críticos para nuestra supervivencia y nuestro
desarrollo armónico. La inter-relación entre sentidos es compleja,
pero básicamente nos permiten experimentar, interpretar y responder a
diferentes estímulos del medio ambiente, de manera de interpretar una
situación en forma correcta y poder emitir una repuesta
apropiada.
En general la disfunción dentro de estos tres
sistemas se manifiesta de muchas maneras. Un niño puede tener una
respuesta hiper o hipo-sensitiva al input sensorial. El nivel de
actividad puede ser inusualmente alto o bajo, un niño puede estar en
movimiento constante o fatigarse fácilmente. Además, algunos niños
pueden fluctuar entre estos extremos. En general el niño tiene
dificultades en el "filtrado" de la información que le llega de sus
sentidos, para decidir a que responder y que estimulos ignorar y por
lo tanto aparece desorganizado y fuera de sincronía con su medio
ambiente. Los problemas en la coordinación motora gruesa y/o fina
también son comunes cuando estos tres sistemas son disfuncionales y
pueden observarse retrasos en el habla, el lenguaje y un bajo
rendimiento escolar. En cuanto a la conducta, el niño puede tornarse
impulsivo, distraerse fácilmente y mostrar una falta general de
planeamiento en su conducta. Algunos niños pueden tener también
dificultades para ajustarse a situaciones nuevas y pueden reaccionar
con frustracción, agresión, retraimiento o en forma
estereotipada.
La evaluación y tratamiento de las disfunciones
de integración sensoriales es realizada por una Terapista Ocupacional
entrenada especificamente en este campo. Los objetivos generales de la
terapista son: 1) proveer al niño con información sensorial que lo
ayude a organizar su sistema nervioso central. 2) asistir al niño a
inhibir o modular la información sensorial. 3) y asistir al niño a
procesar una respuesta al estímulo sensorial más
organizada.
Cuando el tratamiento de integración sensorial es
exitoso, la persona es capaz de procesar información sensorial
compleja en una forma más efectiva. El mejoramiento se observa en una
respuesta motora mas coordinada y eficiente y una adecuada respuesta a
experiencias sensoriales que antes provocaban un reaccion desmesurada
o ineficiente. Por ejemplo ahora el niño será capaz de tolerar que le
corten el pelo o las uñas, sin llorar y/o replegarse aterrorizado. O
podrá disfrutar de que le canten la canción del feliz cumpleaños sin
taparse los oidos o parecer molesto y perturbado. Estos niños también
podrán demostrar progresos en el desarrrollo del lenguaje y en la
escuela. Además se observará respuestas más apropiadas en relación al
medio ambiente y esto llevará a un mejor ajuste emocional y a un
incremento de las habilidades sociales y personales y/o mejoramiento
de la confianza en sí mismo. Teóricamente cuando el sistema nervioso
de una persona comienza a funcionar eficientemente, el individuo
aparece mejor organizado y más seguro de sí mismo porque puede ahora
interpretar al mundo externo apropiadamente y con
exactitud. |